1er caso: Cammarota

“The Casero Experimentado” es el título del espectáculo que el Gran Alfredo Casero, uno de los más exquisitos humoristas de Argentina en lo últimos tiempos, dio los días 9 y 10 de febrero en la Sala Teatro Movie Center. Lamentablemente no pude ir, (me enteré tarde y las entradas ya estaban agotadas) pero escuché excelentes críticas. Como era de esperarse, este personaje surrealista que deambula por el teatro, la música y el humor absurdo, colmó las expectativas de público y prensa.

Y si de prensa hablamos, les cuento que varios medios decidieron entrevistarlo antes de la presentación para que anticipe qué tenía entre manos para sorprender a un Movie colmado. El diario El País se limitó a reproducir la entrevista que le realizara durante su llegada al Uruguay. Aquí reproducimos parte del artículo:

Son las 23 hs. del lunes último y Alfredo Casero va rumbo a Buenos Aires cuando su celular entra en el área de cobertura uruguaya. "¿Tiene unos minutos para una entrevista telefónica para el diario El País?". "Sí, lo único es que estoy manejando, entrando a la Capital. Si me aguantás."

Finalmente, la entrevista se dio en esa situación: una charla de 20 minutos con el “Gordo” Casero vía celular y manejando. UN GROSO.

En mi opinión esa no es una nota memorable, ni mucho menos, pero vale la pena destacar que se dedicaron a reproducir la entrevista y no entraron en el juego de ser parte de su humor, porque eso es un arma de doble filo. Casero en las entrevistas pone las reglas de juego: contesta si le da la gana, con una repregunta, y si no le caés bien hace todo lo posible para dejar al entrevistador como un ridículo.

Todo esto viene a que la gente de “La culpa es nuestra”, programa que sale sobre la medianoche en canal 10, decidió entrevistarlo el día antes a las funciones del Movie. Y a mi entender, esa noche se dio un hecho memorable. Como en todas las entrevistas, El “Piñe”, que hace el rol de conductor, de buena gente, de santito (aunque todos sabemos que es un pirata), se remitió a hacer las preguntas más coherentes, informativas e ineludibles. Por el otro lado, Gonzalo Cammarota…

Cammarota, que en “La culpa es nuestra” hace de malo, ácido, inteligente y malvado, tomó la triste decisión de entrar en el juego de Casero. Entrar en lo absurdo, en el humor incoherente que propone el cómico argentino, sin darse cuenta que, aunque el lugar físico era canal 10, él era quien estaba jugando de visitante.

Y no la pasó nada bien. Pecó de atrevido, y lo más triste de todo es que se notaba en su cara que él también es fanático de Casero, porque es de allí de donde saca parte de su inspiración. Por ahí pensó: “Si entro en su humor capaz que le caigo bien y sale una nota requete divertida. Y de paso quedo como un duque frente a Casero y al los televidentes.” No fue así. Cammarota cometió el grave error de arremeter contra Casero como parte de estrategia periodística, y El “Gordo” se dedicó a pasearlo de una manera muy sutil, y a veces no tanto, por una sarta de disparates memorables e irracionales.

Cammarota: Tus locas tácticas podrán funcionar con rockeros cuarentones que visitan tus programas para vender discos a quinceañeros ávidos de una identidad, o tal vez a políticos “con onda” que van a hacer campaña y quedar como macanudos frente al micrófono, pero Casero es un peso pesado. Cuando te visitó no necesitaba prensa, si ya estaban agotadas todas las entradas para su espectáculo. El tipo fue a divertirse, y vos, que fuiste como un cazador con el cuchillo entre los dientes a mostrar una lucidez inexistente, terminaste siendo la presa. Más respeto.

Por eso, te dedico un espacio aquí y te doy un consejo: COMPRATE UNA POLERA